"Mi abuelo, el boxeador y el mosquito"

El mosquito estaba sobre la nariz de mi abuelo, él estaba dormido y el insecto ya casi se metía a su boca que estaba entreabierta.
Yo no lo despertaba solo por ver la escena, ya que no creo que muera por tragarse un mosquito.
Había ido a visitarlo como todos los domingos. Él me contó de la época en la que era boxeador y me enseñó sus guantes de box que ya estaban gastados y sin pasadores.
Ya me lo imagino frente al espejo probandose la bata y golpeando sus puños uno contra el otro, repitiendo una y otra vez "jab, jab, cross, jab, jab, cross", sintiéndose el mejor boxeador del mundo.
Él le ganó a varios buenos boxeadores, pero perdió contra "El Rey", que le propinó un jab seguido de un uppercut que lo noqueó en el tercer round. Eso frustró su carrera por completo.
El mosquito casi se mete a su boca y yo lo despierto. "Abuelo, es hora de que me sigas contando más de tu época como boxeador".
Él me mira y luego ve al mosquito revolotear por su nariz, dobla un periódico y se dispone a aplastarlo sin éxito.
(Texto escrito en un taller de narrativa que nos dictaron para el Campeonato de Improvisación Literaria "LuchaLibro" 2017.
Teníamos unos pocos minutos para escribir un texto que incluyeran tres palabras: guante, espejo, mosquito)

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