¿La banca o tirarme del puente?



Los besos que nos dábamos en la banca del parque nunca los voy a olvidar. Tampoco la época loca en la que salía corriendo de mi casa para hablar contigo y que mis papás no me escuchen decirte que me iba a tirar del puente si me dejabas. Es que siempre he sido intensa, tú y yo sabemos que no me iba a tirar.

Tampoco me voy a olvidar de las cartas de amor que te escribía en quinto de secundaria. Tú estabas en cuarto, pero también me escribías. Yo arrancaba la última hoja del cuaderno y ponía todo lo que sentía por ti. “Sí, sí quería verte, sí, también quería besarte”. Le echaba el perfume de mi mamá, porque el que yo tenía olía a chicle y tenía escarcha. Tú no podías saber que yo usaba perfume de niña. A veces encontraba una hoja de material especial, con dibujos o ya perfumada y te escribía cartas con la letra más bonita que tenía.

Una vez mi mamá me compró lapiceros escarchados y como me divertía escribiendo cartas de colores, mis dedos se quedaban con brillo y me gustaba imaginar que tus dedos se quedarían también con brillo al momento de leerla. Pero tranquilo, con jabón salía.
Te veía en el parque del frente de mi casa. Sacaba una pañoleta de mi mamá y me envolvía la cabeza, me cubría los ojos con lentes oscuros, y sacaba a mi perro a pasear con la excusa de verte.
Nos sentábamos en la banca cerca a la pileta, de manera que la estatua del centro nos ocultara. Como me moría porque me besaras. Tú me mirabas y te reías de mis locuras. La pañoleta se enredaba en mi cabello y como nos divertíamos desenredándola. Al final los besos eran suaves y yo te entregaba las cartas que escribía para ti en vez de hacer la tarea.
En la noche usaba las propinas guardadas para llamarte desde el teléfono público que estaba en la tienda de la esquina. Hablaba bajito siempre y tú me decías que me querías.
Cuando yo acabé el colegio, tú seguías estudiando. Como me morí de celos cuando te fuiste al viaje de promoción. Esa vez pues, cuando te dije que me tiraría del puente. Hasta ahora me muero de celos cuando no estás junto a mí, pero hoy ya no pienso en tirarme del puente. Ya maduré.
Me alegra que sigamos juntos. Hace siete años que acabé el colegio. Ya no te mando cartas perfumadas, ahora son Whatsapp, a veces muy hot, y ya no hablo bajito. Ya no tengo perro y ya no salgo con excusas. Aunque sigo teniendo celos, ya entendí que la solución no está en tirarse del puente, si no en volver al episodio de la banca.

*Lu Herrera Vásquez*
Dibujo: Valeria Herrera
Retoque Gráfico: Miley CG

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