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"Quiero quemarme la lengua"


El agua ya hirvió. La tetera suena y yo demoro en apagar la cocina porque quiero que el agua hierva bien, quiero quemarme la lengua.
No hay nadie en mi casa y he decidido no encender las luces. Me alumbro con una pequeña lámpara que le compré a un ambulante. Alumbro mi libro, es lo único que quiero ver ahora.
La tetera bota humo y pongo un pan sobre ella para que esté calentito. El pan debe de ser de la mañana, eso espero.
Agarro el pan con cuidado y lo parto con un cuchillo. Le pongo un jamón que encontré en la refri. He revisado la fecha de vencimiento, tampoco quiero morirme, sólo quiero quemarme la lengua.
Sirvo el agua en la taza que ya tiene café y azúcar. Mezclo todo con una cucharita. Quema tanto que no puedo agarrarla.
El café hierve y mi celular suena.
Volteo de inmediato la mirada hacia el aparato al reconocer el Ringtone que elegí tiempo atrás para que suene cuando una persona en especial me llame. Me acerco lentamente al celular y veo el nombre de la llamada entrante. Es, como el Ringtone lo anuncia, mi ex novio.
Sí, ese que era mi pareja ayer en la noche y que terminó conmigo después de cinco años de relación, por que "ya no estamos en la misma sintonía", o sea por huevadas, o por otra.
Me quedo paralizada dudando si contestar la llamada. No lo hago y el celular deja de sonar.
Siento que mi corazón, que está acelerado, se va tranquilizando. El celular vuelve a sonar y vibrar y mi corazón se acelera nuevamente y pienso que tal vez él quiere matarme de un infarto.
Tiemblo, tiemblo mucho. Pienso en cuál será el motivo de su llamada, "joder", me respondo.
Contesto. Digo Aló.
"Laura, mira, quiero pedirte algo, quiero pedirte el anillo que te di".
En ese momento lo que pensé se lo dije. Y lo que pensé no fue nada bueno. Lo mandé a la mierda y le dije que se meta su anillo al culo.
Él dijo que nunca se puede hablar conmigo y colgó.
Lloré un poco después de eso. Agarré el café que ya estaba tibio y me lo tomé de un sólo sorbo. Pero no me quemó la lengua, ni la garganta, ni el esófago, ni el estómago. Y deseé tanto no haber contestado y recordé lo que me decía mi mamá, que cuando no quiera hablar me muerda la lengua, pero yo ya había decidido quemármela para no decir nada. Sobre todo porque siempre digo cosas que no debo decir.
Boté el anillo al inodoro y jale la palanca. Fui a la cocina y puse a hervir más agua.

*Lu Herrera Vásquez*
Dibujo: Rachel Rachel
Retoque Gráfico: Miley C G

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